Desplazan a un jefe policial por golpear a un subordinado

Ocurrió en Pico en los primeros días de abril durante una jornada de prácticas. El efectivo lesionado terminó internado y el jefe habría ido a la clínica para “apretarlo” y que cuente otra versión.

dPosta – La Unidad Regional II dispuso el desplazamiento de un jefe policial, que en los primeros días de abril habría golpeado a un efectivo de menor rango en el marco de prácticas de defensa personal. La situación trascendió por decisión de varios testigos y la Jefatura decidió abrir un sumario interno, pero no existe aún una denuncia penal en la justicia ordinaria.

Según pudo conocer dPosta, el hecho ocurrió el pasado 5 de abril durante prácticas policiales de rutina, aunque existen versiones cruzadas en cuanto al lugar, mientras algunos afirman que fue el Polígono de Tiro, autoridades policiales indican que ocurrió en el predio de Toxicomanía.

Durante estos ejercicios de defensa personal, el comisario Martín Portillo, actual jefe de Toxicomanía de la URII y es jefe del Grupo Especial, con un arma reglamentaria habría golpeado en el estómago a uno de los efectivos que cayó en el suelo y, una vez desvanecido, Portillo “de manera abusiva” le cargó el peso de su cuerpo con las rodillas sobre la espalda.

El policía damnificado tres días más tarde tuvo que recurrir a la Clínica Argentina para recibir atención médica, situación que derivó en su internación por el término de casi una semana por lesiones en su parte abdominal y espalda.

Lejos de preocuparse por el estado de salud del subordinado, según hicieron trascender los compañeros de fuerza del herido, Portillo se habría presentado en la Clínica para “apretar” al uniformado y obligarlo a declarar que se trató de un accidente “con un fierro durante un allanamiento o cambiando una rueda de auxilio”.

El episodio del jefe policial en la Clínica habría sido presenciado por personal sanitario y otros pacientes, que no salían de su asombro por las formas con la que se dirigió Portillo al policía internado.

De todo lo descripto, habría pruebas documentales, testigos civiles y varios policías, aunque en este caso quienes hicieron trascender la información admitieron que tienen “miedo” a involucrarse, ante posibles represalias en formato de “traslados forzosos o sanciones injustas”.

Cuando la situación estaba por tomar estado público, desde la Unidad Regional se dispuso el desplazamiento de Protillo de Toxicomanía, para dar lugar a un expediente interno que llevaría adelante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas.

En esa línea, desde la URII confirmaron que el policía damnificado no presentó denuncia penal y tendría todas las garantías para declarar en el expediente interno.  Mientras tanto, la Fiscalía General tomó conocimiento de lo ocurrido y no inició actuaciones, siguen las instancias de reojo y ya admitieron que, más allá de la forma en la que resultó herido el policía, lo que agravaría la situación es la actitud posterior de Portillo de acudir a la clínica, situación que las autoridades policiales dijeron desconocer.