Se trepó a una grúa y generó un operativo durante más de 12 horas

Se trata de Juan Carlos Siage, quien sostiene reclamos judiciales por cuestiones familiares y de propiedad. Trepó a la madrugada a la torre instalada en calles 19 y 22, de la que descendió recién en horas de la tarde.

dPosta – Alrededor de la 01:30 de la madrugada Juan Carlos Ciage trepó hasta la cima de la grúa que se utiliza para la construcción del edificio emplazado en calles 22 y 19. Durante horas se negó a bajar y reclama la devolución de una casa y ver a su hijo, reclamos que desde tiempo tiene imposibilitados por fallos judiciales adversos. Descendió, ayudado por bomberos, pasadas las 14 horas y dijo que fue una campaña de “visibilización por los niños”.

Policías, equipos técnicos de rescate, bomberos y el Servicio de Emergencias Médicas se mantuvieron en alerta desde la madrugada del jueves, ante la decisión del vecino que viene haciendo público sus reclamos sin encontrar una respuesta que lo satisfaga.

La policía cortó las calles cercanas al edificio y personal especializado negoció durante horas con el hombre que se negaba a descender de la estructura de alrededor de 30 metros. Cerca del mediodía, aceptó que un bombero llegara hasta arriba para colocarle un arnés de seguridad. Tampoco quiso agua y comida.

El vecino piquense utilizó para llevar adelante su protesta la misma torre metálica que hace poco más de dos semanas fue motivo del primer simulacro de rescate en altura, organizado por la Secretaría de Trabajo y Promoción del Empleo, donde personal entrenado simuló una situación de emergencia del operador de grúa.

Siage desde hace años mantiene un proceso judicial por el régimen de visita de su hijo, al que no ve desde hace más de tres años por los reiterados fallos en su contra. Esa imposibilidad legal, lo llevó a empapelar el centro de la ciudad denunciando una especie de complot jurídico, que según entiende involucra desde empleados de Tribunales, jueces, defensores y hasta políticos.

A ese problema familiar y judicial, el año pasado se le sumó el desalojo de la casa donde vivía, a la que se encadenó durante semanas y allí denunció otro complot jurídico y político en su contra. En este caso, aseguró que durante mucho tiempo fue “testaferro” del abogado Norberto Paesani y que, por esa condición, había accedido al inmueble. No pudo hasta el momento demostrar la propiedad de la vivienda ante la Justicia y, al mismo tiempo, zafó de una denuncia por calumnias e injurias porque Paesani no argumentó debidamente en qué lo habían afectado los dichos de Siage.

Cuando finalmente fue desalojado, la Municipalidad le pagó durante meses una habitación de hotel, pero intentó luego ubicarlo en otro lugar y allí se instaló en inmediaciones de la Estación del Ferrocarril, donde llamó a los medios para avisar que dormiría a la intemperie, sin importar las consecuencias por el frío intenso, a modo de protesta. Según pudo establecer este medio, cuenta con familiares dispuestos a brindarle ayuda, al menos un lugar para dormir, pero rechaza cualquier tipo de asistencia.

Pasadas las 14 horas, cuando finalmente descendió ayudado por bomberos voluntarios, dijo que había “entrenado” para hacer lo que consideró un acto para visibilizar la situación de “los niños”. Agradeció la “profesionalidad” de quienes participaron del gran despliegue de servicios de emergencias que se mantuvieron en alerta máximas por más de 12 horas. Fue trasladado al Hospital Gobernador Centeno.